domingo, 26 de julio de 2009

AAL, domótica, simuladores de hogar y demás.


Existe desde hace tiempo un programa europeo llamado AAL (basado en el famoso artículo 169) para la financiación de proyectos TIC que fomenten la autonomía de las personas en sus hogares.

Parece algo complicado: "ambient assisted living"! Ambientes asistidos para la vida parece algo tan nuevo que pudiera parecer que no se tienen conocimientos tecnológicos para ello.
Realmente no es así. Lo que es complicado es el programa de financiación en sí, tan rebuscado y laberíntico que pareciera que sólo está accesible a los grandes centros de investigación y a las grandes empresas centroeuropeas.

Nada más lejos de la realidad. Y nada más cerca de las posibilidades de las empresas españolas y los centros de investigación en cuanto a salud y bienestar se refiere.
Prueba de ello es el cluster de salud creado en Andalucía a través de la Fundación Iavante y la Consejería de Salud, que ha sido capaz de convocar casi un centenar de empresas, universidades, instituciones y asociaciones relacionadas con la salud y el bienestar.
Es más, en la red europea de Living Labs (ENoLL), IAvante representa el segmento de salud.

El trasfondo tiene dos vertientes: por un lado el reconocimiento de que Europa envejece y que o bien se apoya la independencia de los ancianos europeos y su cuidado en sus hogares, o los servicio sociales y sanitarios públicos se harán insostenibles.
El segundo motivo es la creación de una postura común tecnológica que cree un mercado único que satisfaga demandas a nivel mundial, un posicionamiento a nivel mundial que genere economías de escala que posibilite vender tecnología y conocimiento en lugar de comprarlo.

AAL no es una tecnología nueva, de hecho no es una tecnología, como pudiera parecer, pero es tan susceptible de poderse beneficiar de los procesos de innovación basados en innovación abierta e innovación conducida por las personas que es sólo una cuestión de voluntades.
AAL debe ser un compendio de tecnologías integradas y facilitadoras. AAL no es domótica aunque sí es parte de ella.
AAL es domótica, reliadad virtual, interfaces H-M innovadoras, robótica, domobótica, etc, pero integradas de una forma armoniosa, ergonómica y emocional, que no cree nuevas barreras o traumas en su uso.

Con este enfoque, instituciones orquestadoras son más necesarias que nunca. La tecnología, las ciencias y las humanidades no pueden vivir aisladas las unas de las otras.
Esto no significa que se haya de abandonar la especialización. Al contrario, la especialización de centros y universidades es necesaria, como que son las principales fuentes de generación de conocimiento.

Y en concreto desde el punto de vista tecnológico, ambientes asistidos para la vida necesitan un trabajo multidisciplinar y poner en valor tecnologías y conocimientos muy especializados.
Robótica, domótica, domobótica, cibernéticas, realidad virtual, realidad aumentada, virtualización de espacios, telepresencia, localización, VoIP, IPTV, telefonía móvil, banda ancha, etc, son tecnologías que proporcionan asistencia a las personas mayores pero ha de ser de una manera más o menos unificada y en la que los interfaces hombre-máquina, el diseño emocional y ergonómico juegan papeles fundamentales.







sábado, 11 de julio de 2009

Robótica emocional vs robots emocionales

Según la Federación Internacional de Robótica (IFR), un robot de servicio es un robot que opera de forma parcial o totalmente autónoma, para realizar servicios útiles para el bienestar de los humanos y del equipamiento.

Ya estamos acostumbrados a escuchar sobre las bondades de la domótica.

Ahora es el momento de que otras tecnologías se abran paso y demuestren sus posibilidades en el hogar.

Y aunque ha cobrado popularidad el robot de cocina, la robótica de servicios va más allá. Estamos hablando de entes cibernéticos con inteligencia artificial que interactúa con los humanos en base a criterios de inteligencia ambiental o interacción con las personas.

No obstante, hay algunos factores que influyen en la aceptación de la robótica y la cibernética, en toda la extensión de su significado, que hay que vencer. Y no me refiero solo a la imagen que el cine americano de ciencia ficción está ofreciendo (véanse los ejemplos de Terminator o Yo Robot. Aunque me gusta mucho más la visión que se ofrece en “el hombre bicentenario”). Me refiero más bien al estado del arte de la robótica y los propios avances tecnológicos.

Los factores importantes que influyen en la implantación exitosa de un robot de servicios son los interfaces H-M desde el punto de vista sensorial.

Y en este sentido, no se puede descuidar los factores emocionales, y no solo ergonómicos,  a la hora de diseñar estos interfaces y tender hacia los naturales.

El estudio de robots emocionales se caracteriza por la sintetización e imitación de las emociones humanas, al igual que por hacer reaccionar al robot ante ciertas emociones humanas previamente aprendidas o programadas. Por el momento sólo se están consiguiendo prototipos que dan un poco de “grima”.

Sin embargo, la robótica emocional trataría de buscar aquellos factores humanos que ayudarían a la integración de robots en el ambiente de las personas y en su día a día.

Estamos hablando de reducir el impacto emocional que supone la inclusión de nuevos elementos tecnológicos en el día a día de las personas, de aquí que los interfaces naturales y el diseño de estos cobra vital importancia.